viernes, 11 de marzo de 2011

LA ENERGIA SOLAR

Aprovechar los rayos solares es uno de los recursos energéticos ilimitados de que disponemos y usamos desde siempre.
La tierra, todos los días, recibe una cantidad inmensa de energía del sol. Esta energía calienta e irradia la superficie terrestre y es la responsable entre otras cosas de la vida y los flujos de la atmósfera y los mares.
El sol se aprovecha de muchas maneras, no solo con los famosos paneles solares, sino también con otros métodos igual de útiles e importantes. Estos métodos no siempre transforman la energía del sol en energía eléctrica, sino que también aprovechan el calor del sol en forma directa.
Se puede catalogar la forma de aprovechar la energía solar de muchas maneras, entre las que destacamos:
  • Energía solar fotovoltaica: Transforma los rayos solares directamente en electricidad.
  • Energía solar fototérmica: Que aprovecha el calor en si mismo. Es el método técnicamente menos complejo.
  • Energía solar termoeléctrica: Transforma el calor solar en energía eléctrica en forma no directa. Es una aplicación de la energía solar fototérmica.
    ESQUEMA DEL FUNCIONAMIENTO
    IMPACTO AMBIENTAL
       Energía Solar  
    Cuando se aprovecha la energía solar no se genera contaminación directa por sustancias de los colectores o de las células fotovoltaicas, pero los sistemas colectores contienen a menudo sustancias para la transmisión térmica que pueden producir contaminaciones si acceden al medio ambiente.
    Los paneles pueden generar molestias óptico-estéticas, esto se resuelve a través de una integración a su ambiente; las reflexiones molestas disminuyen si se elimina el espejado u opacando los elementos.

    En el caso de establecimientos grandes con aprovechamiento intensivo de la superficie, no es posible aplicar estas soluciones, excepto la disminución de las reflexiones. Por lo tanto, pueden presentarse conflictos relacionados con exigencias visuales-estéticas así como con otras potencialidades naturales relacionadas con la tierra (suelos para producción agropecuaria, protección de especies y biotopos) (siempre que no se trate de emplazamientos en zonas desérticas).

    La sombra y la modificación del albedo generados por las grandes instalaciones pueden, según las condiciones locales, ejercer impactos tanto sobre el microclima (tasas de evaporación, movimiento del viento, temperatura) como sobre la flora y fauna.

    Otros impactos ambientales se producen durante la fabricación de los materiales que se utilizan para los colectores y células solares. La fabricación del acero, cobre y aluminio que a menudo se utilizan como materia prima, genera problemas ambientales por emisiones, por ejemplo, de polvos y compuestos fluorados y produce no sólo gran contaminación a raíz de los desechos y efluentes que se originan, sino también una gran demanda energética, especialmente en el caso del aluminio.

    Para las celdas solares se utilizan en parte metales raros y tóxicos (cadmio, arsénico, selenio, galio) que ya durante su procesamiento pueden conducir a problemas aunque pequeños (contaminación de las aguas residuales y emisiones de aire contaminado). En estos casos se trata de sustancias químicamente muy estables. El riesgo ambiental se limita a las instalaciones donde se produce. Mediante el control y medidas preventivas de seguridad, es posible minimizar el riesgo.
IMAGENES RELACIANADAS DE LA ENERGIA SOLAR

CENTRALES SOLARES INSTALADAS EN ESPAÑA Y EN TODO EL MUNDO

La mayor central de energía solar del mundo hasta el año 2004 se encontraba en la ciudad de Espenhain, cerca de Leipzig. Con 33.500 paneles solares modulares monocristalinos y una capacidad de producción de 5 megavatios, la central es suficiente para abastecer a 1.800 hogares. La inversión ascendió a 20 millones de euros, según Shell Solar y Geosol, las firmas constructoras. Actualmente la empresa alemana SAG Solarstrom, que opera en España con el nombre TAU Solar, ha construido la mayor huerta solar del mundo en Erlasee (Alemania). Esta sustituye a la central de Espenhain. La nueva central de Erlasee cuenta en su totalidad con una capacidad de producción de 12 megavatios.
En junio de 2008 General Motors anunció que planea construir la mayor planta de energía fotovoltaica sobre techo del mundo en Figueruelas (Zaragoza), con una extensión de 183.000 metros cuadrados y 50 millones de euros de inversión. En el proyecto colaboran la Comunidad de Aragón, la empresa francesa Veolia Environnement y el grupo estadounidense Clairvoyant Energy.[3]
El mayor fabricante europeo de productos fotovoltaicos es la compañía alemana RWE SCHOTT Solar con sede en Alzenau (Baviera). Esta compañía posee la planta de producción fotovoltaica más moderna y completamente integrada del mundo. En 2003 la compañía generó ventas netas de 123 millones de euros y tiene más de 800 empleados.
Además Friburgo de Brisgovia es la sede de ISES (Sociedad Internacional de Energía Solar).
Según datos facilitados por la Asociación de Industria Fotovoltaica (Asif) España ha pasado de 22 MW de potencia fotovoltaica instalada en 2004, a más de 1.100 MW en agosto de 2008, pasando de las 3.208 instalaciones que había en 2004, a las 26.000 existentes en 2008.
- La puesta en marcha de la central La Florida de 50 MW en Alvarado (Badajoz), perteneciente a Renovables SAMCA, permite a España convertirse en líder mundial de potencia termosolar conectada a red.
- El parque energético termosolar español está formado por 11 plantas en funcionamiento y cerca de 20 en construcción avanzada
Madrid, 12 de julio de 2010.-  España se convertido en el primer productor mundial de energía termosolar. La conexión de la planta termosolar La Florida, ubicada en el municipio de Alvarado (Badajoz), y perteneciente a Renovables SAMCA, ha hecho posible que el potencial de energía instalada supere ya al de EEUU.
RENOVABLES SAMCA tiene como socio mayoritario al Grupo SAMCA, grupo industrial aragonés con amplia experiencia, entre otros, en el sector de la energía, y como socio de perfil financiero, a Sociedad de Promoción y Participación Empresarial Caja de Madrid, filial de CAJAMADRID, una de las principales entidades financieras españolas.
España cuenta ya con 432 MW de potencia instalada, frente a los 422 MW de EEUU, lo que pone a nuestro país en la primera posición no sólo en desarrollo tecnológico, sino también en producción. Esta nueva central se ha desarrollado con tecnología de colectores cilindro-parabólicos desarrollada por el Grupo SAMCA, cuenta con sistema de almacenamiento térmico mediante sales fundidas, y tiene una potencia de 50 MW. Supone además un hito en el desarrollo del sector por el tamaño del campo solar, que con 550.000 m2 de área de captación, es el mayor de entre todas las centrales en operación, tanto en España como en el resto del mundo
.TECNICAS PARA REDUCIR EL IMPACTO AMBIENTAL
Lo que la huella ecológica nos indica es el área de territorio ecológicamente productivo que una población determinada necesita para obtener de forma continuada todos los bienes y servicios consumidos, así como para absorber los residuos generados a partir de dicho consumo. En España, esta huella ecológica es de 6,4 hectáreas (ha) por habitante; una cifra que no diría gran cosa si no fuera porque la biocapacidad existente, es decir, el territorio productivo que hay efectivamente disponible, es de 2,4 ha por habitante. Es decir, nuestro país tiene un déficit ecológico de 4 ha por habitante; 4 ha que no se encuentran en el interior de nuestras fronteras y que debemos explotar en los territorios de otros países.
Existen dos opciones: o bien hacer lo posible a nivel individual y esperar luego que el Estado haga el resto (algo muy poco alentador, teniendo en cuenta que los niveles de emisión de CO2 del sector industrial y de servicios en España no para de aumentar), o bien apostar por una alternativa contundente y bien adaptada a la voluntad y la capacidad económica de una persona preocupada por el futuro medioambiental.
A día de hoy, la alternativa más accesible dentro de esta opción es el de la energía solar fotovoltaica. De entre todas las energías renovables, la energía solar y transformada en electricidad a partir de paneles fotovoltaicos es la más cercana al ciudadano común, dado que la inversión económica que requiere es la más baja de entre todas las renovables y su adaptabilidad la hace idónea para su ubicación en los centros urbanos, donde se concentra el mayor uso de electricidad.